viernes, 3 de septiembre de 2010

LLEGAMOS POR FIN!!!!

Bien, hermanos y hermanas, amigas y... amigas...

¡¡¡YA ESTOY AQUÍ!!!

¡Por fin he aterrizado en la isla! y os puedo asegurar que ha sido lo más difícil a lo que me había enfrentado hasta el momento!! bueno vale, lo más duro desde que tuve que asumir que soy una diva Gay! jajajaja.Mi viaje comenzó a las 5 de la mañana cuando partí hacia el aeropuerto con Chus y con mi madre. Tras facturar dos enormes maletas (sin problemas) y unas echar unas pocas lágrimas al despedirme de la matriarca nos embarcamos Chus y yo en el viaje interminable: Madrid-París (de 7:20 a 9:15).
Recogida de maletas y nueva facturación. Aquí viene el primer contratiempo:
Azafata: "usted solo tiene comprada una maleta"Amma: "Discúlpeme pero eso no puede estar bien"
Azafata: "es lo que pone aquí, lo siento, tiene que pagar 238 euros de exceso de quipaje"
Amma: "¿¿¿¿¿¿¿¿¿perdón???????????" (y pensando en decirle: "¿usted no sabe quién soy? puede que no me haya reconocido..." pero no lo dije...mierda!)
Así que ale! a pagar!! con cara de idiotas apoquinamos el dinero y volvimos donde la encantadora azafata a facturar.Pasamos el control de seguridad y desayunamos un café y un bollo por el precio de un desayuno continental en el hotel Ritz!
Llegada al aeropuerto, recogida de maletas y subida en un auotbús destartalado que nos costó como un crucero por el Mediterráneo (ya sabéis lo que me gusta exagerar, pero era todo un poco así). Nos llevó hasta la ciudad de Bastia y al perder el último bus a Corté fuimos a las estación de tren. El siguiente pasaba a eso de las 17:00, así que tuvimos tiempo para comer algo. Nos daba la risa absurda en en el restaurante donde éramos el centro de atención por hablar y reirnos a voces como suele pasarnos a los españoles vayamos a donde vayamos; somos unos maleducados, qué le vamos a hacér.Por fin tomamos el tren, que más que tren parecía un vagón de mercancías que funcionaba a carbón y cómo no, nos partimos de risa por lo ridículos que éramos allí plantados.Tras dos horas de viaje infernal en el Orient Express llegamos a Corté, donde nos esperaba Saïd, un chico de la univerdiad que estaba encargado de llevarnos a la residencia. En cuanto vimos cómo era ésta por poco nos caemos de espaldas. Chus ponía cara de pena solo de pensar que me iba a dejar ahí. Yo intentaba sacarle el lado bueno al aunto y es que tampoco está TAN mal... vale que parece de antes de la guerra, pero oye, en peores plazas habramos toreado...o no...
Un señor centenario muy gracioso, pero cuyo lenguaje nos fue imposible comprender muy bien, nos acompañó a la que será mi humilde morada los próximo 9 meses (pronto fotos). Deshicimos las maletas y pusimos rumbo al apartamento que tenía alquilado Chus para su estancia. Pero HORROR! estábamos en un pueblo fantasma. Tan sólo oíamos a los gatos maullar (por poco nos cagamos de miedo). Pedidos en mitad de la nada aparece de repente un encantador marica! ¡¡¡Bien por mi!!! y muy amablemente nos indicó el camino, que nos costó otra hora y media enderezar.

Pero finalmente ¡LLEGAMOS! Nos parecía un milagro. Hablo por mi si digo que casi ¡me pongo a llorar de la emoción!
Nuestros problemas no acabaron aquí. No existía recepción ni nadie con quién pudiéramos hablar para conseguir la llave del apartamento, ¿qué debíamos hacer entonces? ¿dormir en el hall?. De repente, como caído del cielo apareció una pareja muy simpática que hablaba perfecto español con acento argentino y nos ayudó a dar con la llave.

Entramos en el encantador apartamento a las 22:00h. ¡¡¡¡Llevábamos 17 horas de viaje!!!!! ¡¡ni que me hubiera ido a la China!! Nos dimos una merecidísima ducha y fuimos directos al sobre.

En fin, mes amis, tras la tormenta llegó la calma y tuvimos final feliz, todo salió bien, ¿qué nos depararán los días?


CONTINUARÁ....

2 comentarios:

  1. Mencanti todo lo que leí... es muy rollo Telma y Chuis no!?

    Ay, quiero ver las fotos!

    Una lagrima y adiós!

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  2. seguro que os esperan unos meses maravillosos!

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